Nuestra historia
La Pâtisserie La petite France, rue de la République en paris, está idealmente ubicada cerca de la Arena. Abierta desde hace más de 5 años, esta galería de delicias se ha hecho un nombre gracias a sus revisitas de grandes clásicos, como las milhojas del pastelero Anton, con las que Pierre y Laure Francin se iniciaron durante su aprendizaje, o incluso la Paris-Brest inspirada en el famoso pastelero Philippe Conticini con quien perfeccionaron su experiencia en París en la Pâtisserie des Rêves. Nuestro afán es elaborar con amor la repostería y otros dulces caseros con maestría y rigor en el gusto y la forma”. enfatiza Pierre Francin. Francin también deleita a su clientela con sus brioches en forma de cono y su pain au chocolat de praliné que parece un croissant rayado. Más que una pastelería, Francin es un universo sobrio y amable como la visual de la pastelería y del equipo. ¿Su credo? Complacer. Laure dice “queremos que nuestros clientes se sientan bien en la tienda, que recuerden los pasteles a los que regresarán. Tenemos la suerte de tener un equipo unido y apasionado que se mantiene unido a medida que se acercan períodos importantes como la Navidad.
Los maestros de estas DEELICIA!!!!
¡UN DÚO IMPACTANTE! Laure siempre supo que hornear sería su
vocación. Con el bachillerato en mano, se incorporó al CFA de la
cámara de oficios para obtener el Brevet des Maîtres Artisans.
Pierre, por su parte, se mueve entre lo dulce y lo salado, antes de
dedicarse exclusivamente a la pastelería elaborando la Patente
Técnica de Artesanía Pastelera. ¿Su ambición? Deleite las papilas
gustativas con sabores controlados y texturizados.
Ambos aprendices, el destino los une tras los fogones de la mítica
pastelería Anton de Nîmes. Bajo la égida del pastelero Sr. Anton, su
"padre espiritual de la pastelería", como lo llaman, aprenden rigor,
perfeccionismo y regularidad en el gusto. Muy cómplices detrás de
los fogones, el enamoramiento continúa en vida, los dos tortolitos
deciden seguir adelante de la mano.
"Un amor a primera vista en la cocina como en la vida"
Licenciados y dotados de un sólido saber hacer, decidieron perfeccionar su experiencia exiliándose en la
capital e integrando la célebre "Pâtisserie des Rêves" junto al gran pastelero Philippe Conticcini y el
campeón del mundo y Meilleur Ouvrier de France en pastelería. , Ángel Musa. Una experiencia que hoy marca el
mundo de la pastelería Francin tanto en los sabores como en las formas de los pasteles. ¡Después de dos años y
medio de servicio fino y leal a los más grandes, los dos pasteleros quieren volver a donde todo comenzó!
Afortunadamente, la pastelería de Anton se retiró después de más de 30 años de servicio y Laure y Pierre se
mudaron allí en 2014.
Hoy, con más de 5 años de existencia, la excelencia y la gula reinan en Pastelería Francin donde el éxito está
en la cita gracias a esta sólida dupla y un equipo de 5 personas comprometidas para nuestro mayor placer.
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